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Judit Morlà Folch: “Ver cómo los resultados experimentales llegan a fases clínicas y hasta a una aplicación, es muy satisfactorio”

LA UNIDAD DE TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO DEL ICMAB ENTREVISTA A JUDIT MORLÀ FOLCH

Judit Morlà-Folch, licenciada en Biotecnología (2013) y máster en Nanociencia, Materiales y Procesos (2014) de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, obtuvo su doctorado (2017) bajo la supervisión del profesor de investigación ICREA Ramon Álvarez Puebla en la URV. En junio de 2018, comenzó su postdoctorado en el Instituto de Tecnología de Nueva Jersey (NJIT, EE. UU.)

Judit ha recibido una beca TECNIOspring Plus del Programa Postdoctoral Marie Curie y ACCIÓ para el proyecto "Nanopartículas orgánicas fluorescentes para bioimagen", supervisado por la Dra. Nora Ventosa, del grupo NANOMOL en ICMAB-CSIC, donde trabaja en la actualidad.

UTC: En el desarrollo de tu doctorado en la URV comenzaste a tener muy presente la aplicación de resultados de investigación a diversos mercados, a partir de tu grupo de investigación y de la empresa implicada, Medcom Advance. ¿Cómo ha sido esta experiencia?

JM: Yo realicé un doctorado industrial, de manera que me encontraba entre la universidad y la empresa. Como todo, tiene sus ventajas y desventajas. Es bueno tener claro tu objetivo de investigación y la aplicación en el mercado, y cuando vas de la mano de una empresa, esto acostumbra a estar muy claro. Por otro lado, es verdad que tienes menos capacidad de investigar campos nuevos o de más riesgo ya que muchas veces la empresa no está dispuesta a asumir tal riesgo. De todos modos, ver cómo los resultados experimentales llegan a fases clínicas y hasta a una aplicación, es muy satisfactorio en lo personal y en lo profesional. Te das cuenta de la importancia de nuestro trabajo y del impacto que genera en la sociedad.


UTC: ¿Cómo ha sido tu experiencia de trabajo en la Nanyang Technological University of Singapore como estudiante de doctorado? ¿Has experimento de cerca la atmósfera de innovación de ese país?

JM: ¡La experiencia en la NTU de Singapur fue excelente! A nivel personal fue un reto al tratarse de una cultura y unas costumbres tan diferentes a las nuestras y a la vez sorprendente en nuestras similitudes. Y a nivel profesional me impresionó la capacidad de innovación de las universidades. De hecho, ellos ya conciben la universidad como un lugar dónde aprender a pensar, a innovar, no sólo donde aprender conocimientos. Además, las empresas contactan constantemente con las universidades y centros de investigación para temas de innovación, de manera que las investigaciones se desarrollan con una finalidad determinada y una aplicación clara en el mercado.


UTC: Te has formado también en gestión de la innovación y has trabajado como responsable de innovación en un Cluster muy dinámico en Barcelona: el Beauty Cluster. ¿Qué nos puedes contar de esa experiencia?

JM: De hecho, ésta fue mi primera experiencia laboral fuera de un laboratorio, y la verdad es que recomendaría a cualquier científico académico esta experiencia. Cuando trabajas rodeado de empresas y de cara a sus intereses te das cuenta de las diferencias sustanciales entre empresas, centros de investigación y universidades. Existen diferencias no sólo en las prioridades de cada uno sino también en el lenguaje, la forma de trabajar… Me di cuenta de la importancia de saber adaptarse a cada entorno y cultivar un terreno cómodo y de confianza para el intercambio de ideas.

UTC: Actualmente trabajas en proyectos conjuntos con varias instituciones, entre ellas la New Jersey Institute of Technology (NJIT, EEUU). ¿Cómo te ha ayudado tu experiencia en gestión para desarrollarte en grupos internacionales de investigación?

JM: Trabajar en colaboración con otras instituciones, de diferentes países o disciplinas es, en mi opinión, algo inherente a trabajar en investigación. Somos mucho más fuertes si colaboramos, aunque obviamente no siempre es fácil. En colaboración con el NJIT he desarrollado mi proyecto de postdoc sobre nanopartículas fluorescentes. De hecho, durante el primer año del proyecto estuve en su laboratorio. El NJIT no es la única universidad con la que colaboramos, sino que también estamos en contacto con otras universidades, centros de investigación o empresas. Tener experiencia en gestión de proyectos internacionales me ha facilitado la comprensión de los intereses de los diversos partners y así poder dar los pasos para crear un interés común. También me ha ayudado a la hora de tener en cuenta las diferencias culturales, por ejemplo, en ningún caso es la misma forma de colaboración con japoneses que con americanos, y eso es muy importante tenerlo en cuenta.


UTC: ¿Crees que en la formación de investigadores jóvenes es importante la interacción con las empresas y el conocimiento de sus necesidades y sus procesos de producción?

JM: Yo considero que es eso es importante trabajes en el campo que trabajes. Si es en ciencia aplicada, pues es sin duda algo muy importante; todos vemos necesario que los investigadores jóvenes se formen, porque al final van a estar en contacto con empresas. En el caso de ciencia básica yo creo que también es importante tener una mínima formación en transferencia de tecnología, sobre todo en conocer las necesidades del sector… aunque no sea directamente tu línea de trabajo es algo que te da una visión más global y completa.  

UTC: ¿Que expectativas o suspicacias te produce la opción de trabajar con empresas?

JM: No descarto continuar mi desarrollo profesional en una empresa. De hecho, la línea de investigación en la que trabajo sobre nanopartículas fluorescentes tiene una aplicación clara en el mercado de la bioimagen (como sondas fluorescentes), así que sin duda podría ser una buena opción. Sin embargo, ahora mismo me siento más cómoda en la academia, dónde me siento más libre de buscar los límites del conocimiento, de aprender nuevas técnicas y de formarme.

UTC: ¿Crees que hace falta formación sobre protección de resultados de investigación y creación de empresas de base tecnológica para los investigadores jóvenes?

JM: Creo que unos conocimientos básicos sobre protección intelectual son necesarios si se trabaja en investigación. En mi opinión, no creo que falte formación en este sentido, ya que existe bastante oferta de cursos de introducción o formación superior. Sin embargo creo que hace falta que se valore positivamente en el currículum la formación en estos temas, de manera que la inversión en tiempo no represente una penalización sino un valor añadido.

UTC: Desde hace tiempo colaboras con el Diario Feminista en la redacción de temas científicos. ¿Cómo es esta experiencia?

JM: Siempre me ha gustado la divulgación científica y cuando conocí la iniciativa del Diario Feminista me pareció muy interesante. Teniendo en cuenta que no tengo formación en periodismo muchas veces representa un reto redactar una noticia sobre ciencia que sea divulgativa y a la vez atractiva para el lector… ¡Pero por lo menos se intenta! He aprendido mucho durante estos más de 2 años como colaboradora, y además me he quedado impresionada del trabajo incansable de mucha gente para dar visibilidad a tantas mujeres científicas olvidadas e intentar conseguir un mundo más justo para todos y todas.